La "Operación Emperador" es probablemente la mayor que se ha llevado a cabo en la Audiencia Nacional por blanqueo de capitales y delito fiscal. La investigación comenzó hace dos años, cuando abrió diligencias la Fiscalía Anticorrupción centradas fundamentalmente en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada, donde se descubrió la llegada de contenedores de China con los típicos productos de "todo a cien". Este fue el origen de la investigación del delito fiscal, contrabando y blanqueo de capitales, ya que una parte de esa mercancía no era declarada a Hacienda.
Posteriormente, los detenidos blanqueaban el "dinero negro" generado a través de dos "modus operandi": uno "más burdo", que consistía en sacar el dinero en bolsas que transportaban en coches o trenes hasta China, y un segundo método, en el que un grupo de españoles e israelíes lo blanqueaban en paraísos fiscales en sociedades tapadera. Todo el dinero generado se utilizaba después para crear otras empresas, lo que ha dado pie a investigar otros delitos conexos relacionados con negocios como karaokes o restaurantes, así como prostitución o extorsiones.
El núcleo de esta organización de blanqueo lo integraban 15 personas. El polígono Cobo Calleja es el mayor centro comercial de empresarios chinos de toda Europa, y el llamado 'China Town madrileño' ocupa el 40 % de sus naves. Cuenta con un centro de distribución que alberga unas 400 empresas chinas y en ellas trabajan alrededor de 3.000 personas, tanto españoles como orientales, dedicadas fundamentalmente a la venta de productos importados de China.
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